sábado, marzo 08, 2008

Caso Imad Mughniyeh: ¿quién mató a uno de los terroristas más buscados del planeta?

Por más de 30 años el jefe de operaciones de Hizbolá, Imad Mughniyeh, también conocido como Hajj Radwan, ha sido uno de los terroristas más buscado por los servicios de inteligencia occidentales. Sus operaciones mancharon de sangre los 5 continentes asesinando a cientos de judíos, cristianos e incluso musulmanes.


Nacido en el Líbano, en la aldea de Tyre en 1962, Mughniyeh, denominado Thalaib (el zorro), comenzó a llamar la atención de los servicios de inteligencia occidentales en 1976 cuando se unió a la famosa "Fuerza 17" de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), del difunto Yasser Arafat. Su primer rol conocido en su "destacada" carrera terrorista fue justamente en esa convulsionada década al ser el encargado de infiltrarse en los barrios cristianos de Beirut, con el fin de asesinar a los habitantes pertenecientes a esta religión que habitaban en la capital libanesa.


Desde entonces su "curriculum" se enriqueció notablemente gracias a diferentes operaciones y atentados que estremecieron al mundo. Por estos hehcos, en 42 países del mundo, se libraron pedidos de captura contra él. En 1982, el Rais, Yasser Arafat, puso en manos de Mughniyeh el abastecimiento de armamento a grupos terroristas libaneses aliados a la OLP y algunos años más tarde, tras negarse a abandonar Beirut junto a la cúpula de la OLP, se unió a AMAL (milicia chiíta liderada por Sabih Berri), hasta que algunos años más tarde, fundara junto a Hassan Nasrallah, una nueva agrupación terrorista: Hizbolá.


Ya al mando de Hizbolá Imad Mughniyeh libró distintas batallas contra las fuerzas extranjeras situadas en el Líbano, entre ellas el ejército israelí. El primer ataque planificado ejecutado por este terrorista libanés, fue aquel llevado a cabo por medio de un camión bomba contra los cuarteles de los marines americanos en Beirut -el 23 de Octubre de 1983- donde fallecieron 241 soldados. También se le adjudicó el asesinato de 58 paracaidistas franceses en un atentado perpetrado contra la embajada de ese país en Beirut, durante ese mismo trágico día.
En 1984 Imad Mughniyeh estuvo detrás del secuestro y asesinato del jefe de la CIA en Beirut, William Buckley, y en 1985 fue el culpable del secuestro de un avión de la compañía aerocomercial estadounidense"TWA", donde murió un soldado americano.


Mughniyeh sale al mundo


Como hemos mencionado antes, sus ataques se llevaron a cabo en los 5 continentes. La primera operación de Imad Mughniyeh fuera del territorio libanés, fue realizada en Buenos Aires en 1992, cuando estallara la embajada israelí de esa ciudad, cobrándose la vida de 29 personas. Este tan solo fue el ensayo de lo que vendría a ser la masacre más brutal perpetrada contra el pueblo judío tras el Holocausto: el atentado a la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), donde fallecieron 85 personas. Según documentos de la justicia argentina, este atentado planificado y dirigido por Mughniyeh y ejecutado por Hizbolá, respondió a la Fatua emitida por el líder espiritual iraní Ali Khamenei.


En el marco del conflicto árabe-israelí Mughniyeh fue una figura clave en apoyo, entrenamiento y abastecimiento de grupos palestinos, según fuentes americanas él fue el encargado, cumpliendo ordenes iraníes, de asistir a Hamas y la Jihad Islámica en su lucha contra Israel durante la denominada segunda Intifada. Entre las operaciones más "destacadas" comandadas por él mismo, se encuentra el asunto del "Karine A" - intento iraní de enviar un buque lleno de armamento a la Autoridad Palestina. Según fuentes de inteligencia la operación fue dirigida por Hakk Bassem, asistente personal de Mughniyeh, quien comandó personalmente la salida de la embarcación desde la isla iraní de Kish.


En el Sudeste Asiático los asistentes del architerrorista fueron los encargados de comandar las operaciones de Hizbolá durante los años 90s. En 1994 un fallido intento de atentado contra la embajada de Israel en Bangkok, bajo el mando de Yousef al-Jouni y Abu Foul, estuvo muy cerca de tener éxito. En esta zona del globo Hizbolá, bajo la dirección de Mughniyeh recolectó información, dinero y aliados musulmanes sunitas - especialmente en las Filipinas.
Irak también fue sede de operaciones de este terrorista. Irán asistió el entrenamiento de terroristas de Hizbolá dentro de este país en conflicto, una prueba de esto fue el arresto de Ali Musa Daqduq, un miembro de Hizbolá, quien se encontraba en Irak trabajando para Irán.
Por estos y otros tantos hechos, el 10 de octubre del 2001 Imad Mughniyeh apareció en la lista de los "22 terroristas más buscados" teniendo su cabeza o cualquier información que lleve a la misma un precio de 5 millones de dólares.


Assad nuevamente en problemas


Brindándole asilo a Mughniyeh, Siria nuevamente ha confirmado sus tan sospechadas relaciones con Hizbolá e Irán. El régimen de Bashar Assad ha mejorado notablemente las relaciones con el grupo terrorista chiíta, tal como pudo ser observado durante la guerra del verano del 2006 cuando la milicia libanesa recibiera los mejores misiles anti-tanques con los que contaba Siria. El dar asilo a uno de los terroristas más buscados por los Estados Unidos es particularmente peligroso para un Assad que, aparentemente, busca mejorar sus relaciones con Washington.
Al igual que hace pocos meses, cuando la fuerza aérea israelí atacara facilidades nucleares en el norte de Siria, esta operación - cuyo éxito aún nadie se ha adjudicado- avergüenza el régimen de Bashar Assad, demostrando su debilitamiento. Este tipo de ataques ponen en evidencia la precaria y frágil situación en la que se encuentra el régimen sirio: por un lado aliado a las fuerzas radicales del Islam representadas por Irán y Hizbolá y por el otro rodeado de regímenes musulmanes moderados aliados a Occidente (Turquía y Jordania) o frente a fuerzas o naciones a las que aún Assad le es hostil (Israel, el gobierno libanés, y la coalición americana en Irak).


Es especialmente significativo el hecho de que Mughniyeh fuera eliminado en Damasco y, específicamente, en la llamada "ciudadela", una zona en la que supuestamente, ni siquiera los servicios secretos más sofisticados del mundo pueden penetrar. Este ataque es tan solo el último de una serie que comenzara en el año 2003, en esa ocasión Israel bombardeó un campo de entrenamiento de la Jihad Islámica en las afueras de la capital siria; luego, en el año 2004, un coche bomba terminó con la vida de un alto líder de Hamas y en el año 2006 aviones de combate israelíes se hicieron escuchar sobre el palacio de Assad en Lakatia. Ninguna de estas acciones, aún, han generado respuesta siria.


¿Quién llevó a cabo la operación?


Hasta este momento nadie se ha hecho cargo de la eliminación de este brutal terrorista. Como hemos podido observar, muchos son los países que tienen suficientes motivos para asesinar a Mughniyeh.


Hizbolá y su "patrón" principal (Irán) inmediatamente acusaron a Israel. Israel por su parte negó tener relación con este hecho, algo particularmente interesante dado que Israel generalmente admite cuando elimina a líderes terroristas. En caso de que haya sido Israel, se ha enviado un claro mensaje a Hizbolá y a Hamas -cuya cúpula se encuentra principalmente en Damasco-: el brazo del Estado Judío puede llegar a cualquier lado por más seguro que supuestamente sea. Esto también puede ser tomado como un mensaje para la cúpula de Hamas en Gaza, desde donde se disparan cohetes diariamente hacia el sur de Israel.


Debemos también tener en cuenta que en Medio Oriente "todo es posible", quizás, el mismo régimen sirio sea el responsable del asesinato: sin duda el dar asilo a un terrorista de este nivel genera un costo diplomático muy elevado para el débil Assad. Como hemos observado Mughniyeh fue asesinado en una zona extremadamente segura, muy cerca del Comando Central de Inteligencia sirio fortaleciendo este factor esta sospecha.


Otra posibilidad es que algún grupo libanés opositor a Hizbolá esté detrás de la acción, las rivalidades internas en el Líbano también dejan abierta este tipo de especulación.


En este momento no es tan importante quién llevó a cabo la misión, debemos tener en cuenta que la muerte de este terrorista tendrá profundas consecuencias en Líbano, Siria, Israel y entre los palestinos. La desaparición de Mughniyeh deja un cargo muy importante dentro de Hizbolá libre: el hombre encargado de las relaciones con el régimen iraní, la mente detrás de terribles atentados y el mito hecho en persona ha desparecido. Lamentablemente la historia demuestra que habrá otros Mughniyehs pero, a pesar de esto, el mundo occidental ha enviado un claro mensaje a los grupos terroristas que buscan reinar en Oriente Medio: la justicia, de alguna u otra forma, tarde o temprano, tiene el veredicto final.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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