viernes, junio 27, 2008

La fragilidad de la tregua Israel – Hamas

Publicado en Revista Horizonte, Hagshama, Radio Jai.

El acuerdo de cese de fuego convenido entre Hamas e Israel, si bien puede llegar a brindar algunos días de silencio a los ciudadanos del sur del país, deja ante todo clara la completa falta de estrategia israelí para hacer frente a este grupo terrorista. Esta tregua, que quizás sea una decisión correcta, refleja básicamente la tensión existente entre dos formas completamente opuestas de enfrentar a este peligroso e indeseado vecino, la mezcla de estas dos tácticas que analizaremos a continuación demuestra la ausencia de una estrategia israelí coherente para enfrentar a Hamas en esta compleja situación.

Diferentes puntos de vista


El caso de Hamas es altamente peligroso y peculiar: se trata de una organización terrorista con tácticas guerrilleras que tiene bajo su control un territorio determinado, altamente poblado por personas fanáticamente comprometidas con una causa nacionalista de tintes religiosos. Este caso es probablemente único en la historia bélica de la humanidad.


Desde aquella revuelta organizada por Hamas contra Fatah que llevara a la organización a tomar el poder, Israel se vio en la diyuntiva de cómo tratar a esta agrupación terrorista. Existen dos formas diferentes de ver a este grupo: la primera forma de ver al mismo, que ha sido formalmente adoptada por Israel, lo define como una organización islámica terrorista militante que no puede existir a la par del Estado judío en paz. Según esta teoría, en caso de que Hamas no pueda ser controlado, debilitado o bien manipulado por su rival en el poder, Fatah, deberá ser aislado, confrontado y eliminado militarmente.


La segunda forma de ver a esta peligrosa organización, define a la misma como un movimiento político, donde confluyen tanto miembros extremistas como moderados, que pueden ser incentivados a fin de dejar la lucha terrorista por medio de algún tipo de negociación llevando a que esta organización adapte sus posturas extremistas a la realidad política de Oriente Medio, aceptando logros moderados y no una victoria total, que según la propia visión de los elementos más extremistas de este grupo, significa la eliminación del Estado de Israel.


Quienes suscriben la primera visión, verán al cese del fuego, en el mejor de los casos, como una pausa puramente táctica previa a una operación militar a gran escala, mientras que los adscriptos a la segunda, verán al mismo como la esperanza de un comienzo de un proceso constructivo entre ambas partes que pueda llevar a una solución pacífica del conflicto.


Las esperanzas de la segunda visión, en llevar a Hamas a una posición un tanto moderada a fin de llegar a un acuerdo pacífico, se basan en la experiencia israelí con Fatah. Debemos recordar que 30 años atrás este grupo pretendía la eliminación total de Israel, y tras décadas de atentados, secuestros y asesinados; Fatah, decidió tomar también el camino político - diplomático. Pero, nos estaríamos engañando si pensáramos que Fatah finalizó con sus actividades terroristas. En el mejor de los casos podemos pensar que nos encontramos en el transcurso de este proceso y que el completo abandono de las tácticas guerrilleras se dará cuando este grupo obtenga un Estado. En el caso de Hamas es difícil pensar que se llegará a una situación similar a la de Fatah, básicamente debido a las terribles diferencias que existen entre ambas organizaciones. Hamas -si bien como Fatah-es un grupo que nace como resultado del propio conflicto palestino-israelí, a diferencia de éste, es una organización extremista religiosa representante en "Palestina" del grupo fundamentalista "Hermandad Musulmana" o peor aún un proxy sunita musulmán del régimen islámico Shiíta iraní.


Teniendo en cuenta estos factores las preguntas que surgen son difíciles de responder: ¿Puede Hamas ser vencido militarmente? ¿Se puede lograr la rendición de este grupo por medio de un boicot económico y diplomático? Evidentemente esta última táctica no ha brindado los resultados esperados.


La naturaleza problemática de Hamas y los motivos israelíes


La naturaleza de Hamas es lo que hace tan problemática la situación y pone en duda los motivos y logros que puede tener este cese de fuego. Si volvemos al pasado nuevamente, -en el caso de las negociaciones entre Israel y Fatah- si bien Fatah modificó su posición y aceptó la existencia de Israel, el Estado judío también hizo concesiones aceptando el derecho a un Estado Palestino (solución de dos estados para dos pueblos), pero en el caso de Hamas hay poco que Israel pueda ofrecer para una real paz dada la naturaleza de esta organización fundamentalista. Fatah era un grupo de liberación secular según los modelos existentes de estos grupos en el tercer mundo de esa época, mientras que Hamas es fundamentalista y niega todo posible contacto con Israel, por lo tanto la comparación entre ambos grupos a fin de llevar a trazar una táctica para enfrentarlo es altamente riesgosa.


Israel ha tomado la decisión de aceptar esta tregua fundamentalmente teniendo en cuenta dos factores básicos que han llevado a postergar una operación militar a gran escala: 1) el alto costo en vidas que implicará la lucha en una zona tan densamente poblada y contra guerrillas y no frente a un ejército, y 2) la ausencia de un actor, grupo o líder a quién se le pueda entregar el poder de la Franja de Gaza tras la operación, lo que podría llevar a una muy indeseable permanencia del ejército israelí en la zona. Si bien frente a estas realidades un cese del fuego también brinda tiempo a la cúpula política israelí, es ingenuo pensar que el mismo será duradero.


La tan postergada decisión israelí de aceptar el cese de fuego es muy problemática, como lo hemos destacado antes, deja en claro el conflicto táctico interno israelí para enfrentar a este grupo fundamentalista. El mismo hecho de que Israel demorara tanto en aceptarla refleja que la misma es más importante para Hamas que para el Estado judío. Mediante este acuerdo, aumenta el prestigio de Hamas dentro del pueblo palestino, quién a diferencia de Fatah, comprueba nuevamente una de las afirmaciones más populares de la calle palestina: "con Israel solo se habla por la fuerza".


Los motivos internos de Hamas


Si bien uno de los principales intereses de Hamas en esta tregua puede residir en tener "silencio" a fin de rearmarse para el próximo round y en obtener el levantamiento del bloqueo económico israelí, este silencio también sirve a los objetivos políticos internos de la organización. Mahmud Abbas debe, en estos días, visitar por primera vez la Franja de Gaza tras el golpe de estado que realizara hace ya un año el grupo islámico contra Fatah, en un intento de reconciliación palestino. Si bien esta iniciativa está respaldada por Egipto, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes, el camino al éxito de la misma se encuentra lleno de obstáculos debido a la exigencia de Abbas: restaurar la situación a la existente antes del 14 de Junio del 2007. Pero, frente a la presión del mundo árabe, en caso de que este proceso brinde resultados, casi seguramente llevará a nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias a las cuales Hamas desea llegar de la mejor forma posible. Si al cabo de 6 meses, la tregua se mantiene en Gaza, Hamas puede sugerir a Israel extender el acuerdo a Cisjordania, demostrando de esta manera el control efectivo de la seguridad en ambas partes del territorio palestino.


Desde el punto de vista israelí el dialogo entre Hamas y Fatah no debe ser visto necesariamente como negativo. Este puede proveer un momentum favorable, y más aún si se encuentra acompañado por un cese de fuego, que permita a Fatah acercar a Hamas a una situación en la cual pueda comenzar a implementarse el plan de paz denominado como "Hoja de Ruta". A grandes rasgos esta situación es posible, pero los conflictos internos palestinos hacen que la misma sea muy complicada ya que ésta, implica un real cese de hostilidades entre los grupos palestinos primeramente, y la aceptación de las condiciones impuestas por el cuarteto internacional a fin de comenzar con la implementación de la Hoja de Ruta.


La fragilidad del acuerdo


Podemos distinguir tres amenazas fundamentales a este informal acuerdo. El primer problema esta orientado a que Hamas frene sus actividades para armarse. Será muy complicado que esto suceda y más aún, poder llegar a controlar este factor. El segundo problema será que el gobierno israelí y Hamas acuerden una lista definitiva de prisioneros a ser liberados a cambio del soldado israelí Gilad Shalit, quién lleva ya dos años en manos de los terroristas. El tercer factor será llegar a un acuerdo sobre el control del paso fronterizo de Rafiah, entre Gaza y Egipto, por donde pueden entrar armas y misiles altamente peligrosos para Israel. La falta de acuerdo en alguno de estos tres puntos convierte a esta tregua en altamente volátil. Este negociación caerá rápidamente a menos que ambas partes se muevan hacia un acuerdo un poco más estable, algo casi imposible. En pocas palabras, Hamas busca el levantamiento del embargo económico mientras que Israel desea debilitar a esta organización a fin de permitir un posible retorno al poder de Fatah, con quien mantiene precarias negociaciones, pero negociaciones al fin de cuentas. Israel -por su parte- desea que Hamas no introduzca más armas mientras que estas son esenciales para la organización terrorista en caso de un futuro enfrentamiento con Israel. En definitiva es de suponer que el cese de fuego durará hasta que una de las partes "sienta" que la otra se está beneficiando del mismo.


Conclusión


Un cese de fuego constructivo, sería lo óptimo en el marco de las negociaciones israelíes-palestinas, pero esto resulta imposible dado que implicaría el final del sangriento conflicto interno que divide al pueblo palestino (Hamas vs. Fatah). De esta forma sí podríamos pensar que el cese de hostilidades temporario puede llegar a convertirse en el comienzo de un futuro acuerdo más estable.


La falta de respuestas -efectivas- diplomáticas y militares de Israel, llevan a su gobierno a intentar esta nueva "táctica", a pesar de que los mismos gobernantes demuestran explícitamente ser pesimistas sobre el éxito de la misma. La tensión interna entre las dos formas completamente opuestas existente para enfrentar a este enemigo da como resultado esta frágil tregua.


Si bien es altamente valioso que cada día que pase, los ciudadanos del sur de Israel se encontrarán lejos del peligro del terror balístico palestino, este cese de fuego negociado indirectamente con Hamas es, teniendo en cuenta la postura actual de las partes, casi indudablemente temporario y sirve como un preludio de lo que será una gran operación militar a menos que esta organización terrorista demuestre claros signos de cambios de posición, que lleven a un tipo de aceptación del Estado judío (tal como lo hiciera Fatah) y contacto futuro con Israel a fin de encaminar algún tipo de proceso diplomático.


Sin embargo, este escenario parece -hoy en día- encontrarse muy lejos de la realidad.

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