lunes, marzo 13, 2006

¿Por qué ganó Hamas?

La victoria de Hamas en las elecciones legislativas de la Autonomía Palestina realizadas el 25 de Enero pasado seguramente cambiará el panorama político de la región. A fin de entender que puede llegar a ocurrir en Israel y los territorios palestinos es importante comprender a que se debe el triunfo de esta organización terrorista.

¿Qué es Hamas?

Hamas fue fundado al comienzo de la primer Intifada – en Diciembre de 1987. Su líder fundador, el ya difunto Sheik Ahmed Yassin, creó esta organización como una extensión de la “Hermandad Musulmana” originalmente egipcia que abandonará formalmente el terrorismo en los años 60as. Hamas fue adquiriendo fama internacional debido a su lucha terrorista contra Israel, especialmente gracias a su brazo armado, Izzedim al Qassam, responsable del asesinato de cientos de israelíes en ataques suicidas. En el ámbito local, entre la población Palestina, si bien la resistencia armada de Hamas fue un factor que le dio popularidad aun mas importante es su labor social entre el pueblo palestino.

Según datos de las Naciones Unidas hacia fines del 2005 un 64% de la población Palestina residente en los territorios ocupados vive bajo la línea de pobreza, 1.2 millones de palestinos básicamente sobreviven gracias a la caridad y asistencia de organizaciones locales e internacionales.

Las redes de caridad de Hamas le han garantizado un lugar privilegiado dentro de la sociedad Palestina. Hamas durante los últimos 20 años ha construido y mantiene guarderías y escuelas que brindan alimento gratuito – y de “postre” adoctrinamiento fundamentalista a cientos de miles de niños palestinos-, centros sociales y deportivos y educación para mujeres. Hamas supo ocupar y desarrollar un rol que la corrupta Autonomía Palestina de Yasser Arafat ni siquiera intento conquistar. Mientas que los improvisados centros médicos del Hamas asisten a los refugiados palestinos los líderes de Fatah “engordan” sus cuentas en Suiza gracias a las generosas donaciones internacionales aspiran crear Estado Palestino democrático.

Como podemos observar Hamas obtuvo muchos votos gracias a su trabajo social y fundamentalmente al presentarse como una opción al gobierno corrupto de Fatah que dirigió la Autonomía desde las elecciones de 1996. La reputación de modestidad y honestidad de Hamas fueron factores claves para la victoria. Muchos de sus votantes no apoyan la línea terrorista de la organización pero si concuerdan con los objetivos políticos de esta: a corto plazo un Estado Palestino en Gaza y Cisjordania con capital en Jerusalén Oriental, a largo plazo un Estado Islámico que reemplace a Israel y devuelva a los refugiados a Palestina.

Si bien la corrupción gubernamental, la falta de respuestas y soluciones políticas y económicas de Fatah, dirigido hoy en día por Mahmud Abbas, que estuvo a cargo de la Autonomía desde los acuerdos de Oslo fue crucial para la victoria de Hamas, también la política de aniquilamiento de la Autonomía Palestina llevada a cabo por el gobierno de Sharón generó un vacío político e institucional que fue aprovechado por este grupo terrorista. En medio de esta caótica realidad Hamas promovió muy efectivamente su agenda política. El intento israelí de destruir la debilitada Autonomía acabo con la pobre infraestructura con la que esta contaba lo que generó como consecuencia directa que la vida de cientos de miles de palestinos se convirtiera aún en mas miserable de lo que ya era. De esta forma Arafat y sus secuaces en conjunto con Sharón fueron quienes realizaron la mejor “campaña electoral” que Hamas pudiera obtener.

En resumen tres factores fundamentales contribuyeron a la victoria de Hamas: 1) la gran desilusión de los palestinos en lo que respecta a un posible retorno a las mesas de negociaciones en gran parte como consecuencia de la política unilateral israelí; 2) la imagen de honestidad de Hamas acompañada en parte por su lucha armada vista por muchos como el principal motivo de la desconexión israelí de Gaza; y 3) la gran falta de soluciones del gobierno de Fatah durante la intifada y tras la retirada israelí de Gaza.


Nunca digas nunca.... ó ¿Jamás digas Hamas?

Básicamente Hamas propone a Israel hoy un acuerdo de facto que consiste en un cese de fuego a cambio de un Estado Palestino independiente muy bien armado. Un cese de hostilidades pero no una solución del conflicto, en el mejor de los casos Hamas reconocería a Israel como un “Estado colonialista” ilegítimo.

Desafortunadamente es muy probable que muy pronto los países europeos “recomienden” a Israel aceptar este tipo de situación. Ya podemos observar como los líderes de Hamas - aún considerados terroristas por el Unión Europea – se pasean libremente por algunas de las capitales del viejo continente, por su parte los egipcios ya declaran que un armisticio es preferible a una tercera y más sangrienta intifada. De esta forma probablemente Hamas irá logrando lentamente apoyo internacional. El hecho de que Hamas proponga un armisticio refleja que este grupo comprende que debe tratar con mucho cuidado su nuevo status internacional. Hamas ha bajado considerablemente sus acciones terroristas sin haber cometido ningún atentado al menos desde la retirada israelí de Gaza (dejando que el trabajo sucio lo lleve a cabo la Yihad Islámica o las Brigadas de Al-Aqsa, estas últimas paradójicamente pertenecientes a Fatah).

La gran pregunta a responder ahora es ¿qué debe hacer Israel? ¿Negociar con terroristas o no? La situación actual sin duda representa una especie de deja vu. Durante los años 70as y 80as el Estado Judío mantuvo firmemente una retórica según la cual jamás negociaría con la OLP – un grupo terrorista no menos sangriento que Hamas – que buscaba la destrucción de Israel, Arafat fue durante décadas el objetivo más codiciado del Mossad. Dos décadas y miles de muertos más tarde Israel y la OLP se reconocieron mutuamente y los acuerdos de Oslo fueron firmados.

Es de suponer que lentamente tanto Israel como la nueva Autonomía Palestina cambiarán su actitud. Ambos bajarán sus pretensiones y tanto los Estados Unidos como Europa probablemente “destacarán” el valor que poseen las elecciones democráticas del pueblo palestino y presionarán a Israel para que admita un acuerdo con Hamas por más frágil que este sea.

Quizás al fin de cuentas un acuerdo de paz en el que Hamas esté incluido sea más efectivo que uno del cual solo Fatah sea garante. Debemos tener en cuenta, que a pesar de que intentemos negarlo, no podemos elegir con cual de nuestro enemigos deseamos firmar acuerdos de paz. Si realmente deseamos una verdadera solución para este conflicto esta requerirá que nos sentemos a negociar con quienes menos deseamos hacerlo. Solo nos queda esperar que no se derrame mucha más sangre hasta que esto ocurra.

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